domingo, 29 de junio de 2014

La gaviota de Delaware (Larus delawarensis)


Gijón; 07/01/2013.
La gaviota de Delaware (Larus delawarensis) nidifica en latitudes medias y altas del Neártico, principalmente en aguas interiores, desde California hasta la costa de Québec. Inverna al sur, hasta Centroamérica y el Caribe. Parece que el área de cría sufrió una expansión en el siglo XX, igual que sus efectivos.

Hoboken, Nueva Jersey (USA); 13/10/2013.

Jamaica Bay, Nueva York; 14/5/2013.
Desde mediados de la década de 1970 es un divagante regular en el oeste del Paleártico, principalmente en las Islas Británicas. No obstante, tardó en llegar el primer registro en Gran Bretaña, que data de 1973, aunque a partir de ahí, hubo un incremento paulatino que se convirtió casi en invasión en la primera mitad de los 80’. Actualmente hay registros en casi toda Europa, y llega con frecuencia a Marruecos.

Hayle, Cornwall (Reino Unido); 14/7/1990.

Staten Island, Nueva York; 17/5/2013.
La primera observación en la Península Ibérica tuvo lugar en Portugal (Lisboa), en 1981, y en la parte española en 1984, en el Delta del Ebro. Pero hubo antes recuperaciones de aves anilladas en Canadá: una en Vigo de 1951 y otra en Barbate en 1965.

Parque Isabel la Católica, Gijón, Asturies; 30/12/1988.

Staten Island, Nueva York; 08/10/2013.
En Asturies se registra desde el invierno 1980-81, si bien se considera regular como invernante en bajo número desde el de 1986-87. En el período de los inviernos 1989-90 al 1995-96, se registró una media de 16 ejs invernantes en Asturias, aunque actualmente su número ha bajado algo (8 en 2012 y 10 en 2013). Su presencia en nuestra región es principalmente invernal, entre XI y III, pero también se nota un ligero paso primaveral y otoñal en la costa.

Parque Isabel la Católica, Gijón; 07/3/1990.

Desembocadura del Piles en El Rinconín, Gijón.
La principal zona de invernada es la bahía de Gijón, siendo el parque de Isabel la Católica el lugar más favorable para localizarla, aunque ejs aislados se ven en otros lugares apropiados (rías, puertos, playas, etc); en los pasos puede aparecer en cualquier zona costera, casi siempre descansando en playas. Predominan las aves de 1º Invierno (1W), pero hay un porcentaje pequeño de aves de 2º I y de adultos.

Zona alta de la ría de Avilés; 08/01/2012.

Gijón; 07/01/2013.
En un principio, se especuló con su posible asentamiento como reproductor en Europa, pero ahora se sabe que la mayoría de los individuos que invernan en nuestro continente vuelven a Norteamérica cada año, siguiendo una ruta septentrional. No obstante, no son raros los veraneantes, incluso en España.

Puerto de Baltimore, Maryland (USA); 20/5/2013.

Staten Island, Nueva York; 08/10/2013.
Algunos anillamientos realizados por la COA en Gijón, permitieron comprobar que hay individuos que vuelven en años consecutivos a invernar a la misma localidad.

Gijón; 03/4/2013.
          Las gaviotas cana (Larus canus) y cabecinegra (Croicocephalus melanocephalus) ocupan hábitats similares a la Delaware, y se parecen, aunque con un poco de experiencia es fácil distinguirlas.

Gaviota cana, ad e inm.; Cabo Peñas.

Gaviota cabecinegra, 1º Inv.; Gijón.
Más información:
De Juana, Eduardo (2006). Aves raras de España. Lynx Edicions.
García Sánchez, E. (coord.) (2007). Anuariu Ornitolóxicu d’Asturies, 2000. El Draque, 7. COA.
Cramp, S. & Simmons, K.E.L. (1998). The complete birds of the Western Paleartic (CD-Rom). Oxford University Press. Optimedia.
C.O.A. (2000). Aves raras y escasas en Asturies. Avilés.
C.O.A. Censos invernales de aves acuáticas en Asturies.
Tellería, J.L., Asensio, B. y Díaz, M. (1996). Aves Ibéricas I. No Paseriformes. J.M Reyero Editor.

domingo, 22 de junio de 2014

Brasil (II): Bahía

Largo de Pelourinho, Salvador de Bahía ( iglesia Rosario dos Pretos).
Brasil, mayo de 2012.
Nuestra visita a Salvador de Bahía comenzó con un recorrido para ver la ciudad. Desde nuestro alojamiento, en Ondina, se puede llegar caminando en poco tiempo al faro, situado en Barra, la zona marinera de la ciudad. No obstante, el principal atractivo turístico es el polícromo barrio de Pelourinho, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Farol da Barra.
Cuatro días en Salvador, también permiten observar la fauna de los barrios frecuentados, teniendo en cuenta que en Brasil, la Naturaleza penetra en las ciudades, o son éstas las que se internan en el medio natural …

Caracara chimachima (Milvago chimachima).

Columbina colorada (Columbina talpacoti).
En los barrios de Ondina y Barra, como spp más interesantes registramos: Milvago chimachima (rapaz; un ej posado en una antena),  Columbina talpacoti (tórtola frecuente en zonas verdes), Brotogeris chiriri (cotorra; algunas), Campylopterus macroura (colibrí; varios ejs en parques, posándose en cables), Chaetura andrei (vencejo; algs sobre el faro), Progne chalybea (hirundínido; varios en el faro), Tachicineta albiventer (hirundínido; frecuente), Pygochelidon cyanoleuca (hirundínido; varios en la costa), Tyranus melancholicus (mosquero; frecuente en Ondina), Mimus saturninus (numeroso en Ondina), Furnarius rufus (hornero; algs nidos en postes) y Thraupis sayaca ( tangara; frecuente en parques).

Colibrí golondrina (Campylopterus macroura).

Golondrina aliblanca (Tachycineta albiventer) en Barra.

Nidos de Hornero común (Furnarius rufus) en Ondina.

Tangara sayaca (Thraupis sayaca).
Hicimos dos visitas al zoológico de Salvador, situado en el barrio de Ondina. Su vegetación es continuación del Jardín Botánico, que no está abierto al público, y es una muestra de la “mata atlántica” dentro de la ciudad. 
Jardín Botánico desde el zoo de Salvador de Bahía.

Amazilia ventriblanca (Amazilia leucogaster).

Hornero colibandeado (Furnarius figulus).
La fauna expuesta es en su mayoría nativa de la región, pero además, entre tanta vegetación pudimos registrar varias sp: Micrastur semitorquatus (ave rapaz; ej posado en árbol), Aratinga aurea (psitácida; frecuente), Brotogeris tirica (cotorra; algs en palmeras), Amazilia leucogaster (frecuente), Colaptes melanochloros (pícido), Verniliornis passerinus (pícido), Siphorhynchus picus (woodcreper; uno en bosque exterior), Furnarius figulus (frecuente), Fluvicola nengeta (tiránido; algs), Todirostrum cinereum (tiránido; algs), Pitangus lictor (tiránido; varios) Thlypopsis sordida (una pareja en el bosque), Thraupis palmarum (frecuente en palmas), Paroaria dominicana (una pareja) y Gnorimopsar chopi (ictérido; un grupo).

Viudita enmascarada (Fluvicola nengeta).

Bienteveo chico (Pitangus lictor).

Cardenilla dominicana (Paroaria dominicana).

Chopí (Gnorimopsar chopi).
Además, en los alrededores vimos varios ejs de mono ardilla (Saimiri sciureus), tití común (Callithrix jacchus) y coatí (Nasua nasua).

Mono ardilla (Saimiri sciureus).

Coatí (Nasua nasua).
El último día, antes de cruzar de nuevo el Atlántico, viajamos hacia el norte por la costa. En muchas playas se veían ejs de Caracara cheriway, y en zonas despejadas algunos de Athene cunicularia. En el lago Abaeté un ej de Megaceryle torquata se cernía sobre las aguas, cerca de otras aves acuáticas como Egretta thula, Tachybaptus dominica y Vanellus chilensis.

Praia do Forte.
En Praia do Forte, donde se sitúa la principal sede del Centro Tamar (protección de tortugas marinas), una tormenta tropical nos permitió ver algunas aves marinas: Calonectris diomedea, Puffinus lherminieri, Pterodroma armijoniana, Fregata magnificens, Sternula superciliares y Anous stolidus.

Marismas en Guarajuba.

Busardo caminero (Buteo magnirostris).

Caracolero común (Rosthramus sociabilis).
Por último, en Guarajuba disfrutamos de observaciones interesantes en la laguna, las marismas y el pueblo. Aramus ararauma (limpkin; numeroso), Buteo magnirostris, Buteo albonotatus (algs posados), Rosthramus sociabilis (caracolero común; num.), Amazilia leucogaster, Pseidoseisura cristata (furnaríido), Furnarius rufus (algs con nidos)Mimus gilvus (num.), Thraupis sayacaSicalis flaveola o Coereba flaveola, fueron algunas de las sp que nos dieron la despedida.

Amazilia ventriblanca (Amazilia leucogaster) y Hornero común (Furnarius rufus).

Tangara sayaca (Thraupis sayaca).

Chirigüe azafranado (Sicalis flaveola).

Bananero (Coereba flaveola).

domingo, 15 de junio de 2014

Impacto de los gatos domésticos sobre las aves




 El gato se domesticó hace unos 7500 años o quizá más, a partir del gato salvaje africano (Felix silvestris lybica). Desde entonces, con ligeros cambios en su aspecto, se ha extendido por todo el mundo unido al hombre, como animal de compañía en unos casos y como ayudante para mantener a los roedores y otros pequeños animales alejados de las casas y sobre todo de los graneros.


Gato egipcio; Edfu, Egipto.

Aousserd, Sahara Occidental.
 Además de su carácter independiente, que lo hace vagar en ocasiones lejos de su hogar, muchos se han asilvestrado, y viven no solo en las cercanías de viviendas, sino en ocasiones en lugares plenamente naturales. Su instinto depredador no ha disminuido  en absoluto, por lo que el impacto que causan en algunas poblaciones de animales salvajes es enorme.


Edfu, Egipto.


Gijón, Asturies.

Los gatos domésticos no han perdido su instinto cazador.
 Vamos a recopilar algunos datos. En Gran Bretaña (1) por ej, su densidad es de 400 ejs por km cuadrado, y se calcula que matan casi 30 millones de aves al año. En ese país, su efecto se une al de la ardilla gris (Sciurus carolinensis) asilvestradas, que destruyen infinidad de nidos. Ambas sp afectan a la nidificación indirectamente, provocando con su mera presencia un menor ritmo de alimentación de los pollos, y la atracción de otros depredadores a la zona, debido a los sonidos de alarma de las aves.


Ardilla gris.

Las aves que habitan jardines son más proclives al ataque de gatos .
 En Canadá, donde también se ha estudiado este asunto (2), mueren al año 269 millones de aves por causas antrópicas, y se destruyen dos millones de nidos. Los gatos causan mayor mortandad que el resto de las causas sumadas. En este país se calculó (3) que había 8,5 millones de gatos en 2008, y se estima que éstos, matan anualmente entre 50 y 450 millones de aves. Su densidad es mayor que la de cualquier depredador natural.





Las aves más cazadas por gatos son las que viven en el suelo o cerca de él. Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos).
 Un estudio internacional coordinado por el CSIC, publicado en 2013 (4), habla de que los gatos asilvestrados han contribuido a la extinción de, al menos, 33 sp de vertebrados endémicos. En la actualidad, encontraron 14 sp afectadas por este problema, que se encuentran “En peligro crítico” según la catalogación de la UICN, en 12 islas de dimensiones reducidas. De ellas son nueve de aves, tres de reptiles y dos de mamíferos.


Lagartija de Madeira (Lacerta dugesii).
 Es en las islas donde mayores problemas han causado los gatos (5). Se considera que han contribuido decisivamente a la desaparición del 14 % de las sp de vertebrados que se extinguieron en islas.
 En Baleares y Canarias han influido claramente en el deterioro de la biodiversidad. Es el caso de los lagartos gigantes endémicos de La Gomera y El Hierro, que ya solo habitan en acantilados inaccesibles. En otras islas canarias, hemos podido ver que los lagartos endémicos son cada vez más raros, debido a la presencia  de gatos y otros animales introducidos. En Menorca, ya no vive la lagartija balear (Podarcis lilfordi), que solo se encuentra en islotes pequeños, donde se han diferenciado en varias subespecies, en los que no hay presencia de gatos.


Lagarto tizón (Gallotia galloti); Tenerife.

Lagartija balear de Colom (Lacerta lilfordi braunii).
Quizás la próxima vez que veamos un “lindo gatito” merodeando por el campo, lo miremos de otra manera.
Bulbul naranjero (Picnonotus barbatus); El Cairo, Egipto.

Bibliografía:
1.- web ornithomedia.com. Les cats ont égalemente des effets négatifs indirects sur les population d’oiseaux.
2.- Aves y Naturaleza, nº 14, 2013: 42.
3.- Québec-Oiseaux, eté 2012, Volume 23, numéro 4
4.- Manuel Nogales et al (2013). Feral cats and biodiversity conservation: the urgent prioritzation of island Management. BioScience, 63: 804-810. (Resumido en Quercus, nº 336, Febrero 2014).
5.- Félix M. Medina et al (2011). A global review of the impacts of invasive cats on island endangered vertebrales. Blobal Change Biology, 17 (11): 3503-3510. (Resumido en Quercus, nº 311, Enero 2012).