domingo, 26 de octubre de 2014

Projeto Tamar y tortuga verde

Praia do Americano e islotes Dois Irmaos.
 Fernando de Noroña se encuentra a 345 km al este del Cabo Sáo Roque, en el estado brasileño de Pernambuco, muy próxima al ecuador; su superficie, incluyendo unos pocos islotes que la rodean, supera por poco los 20 km2, aproximadamente la misma que la isla canaria de La Graciosa.
Uno de los principales valores naturales del archipiélago es la población de tortuga verde (Chelonia mydas), que anualmente realiza la puesta en sus playas. Dicha población se mantiene estable desde hace décadas, principalmente debido a la protección y estudio que les dedica el Projeto Tamar. También es una buena zona para la alimentación de la tortuga carey (Eretmochelys imbricata).

Nido de tortuga verde marcado por Tamar.
El Projeto Tamar se creó en 1980, como un organismo oficial para la investigación, conservación y manejo de las tortugas marinas en Brasil. Actualmente mantiene 23 bases en áreas de alimentación, desove, crecimiento y descanso, en el litoral e islas de nueve estados, cubriendo más de 1.000 kilómetros de playas. Después de diversos cambios a los largo de estos años, ahora el Programa Brasileiro de Conservaçao das Tartarugas Marinhas está ejecutado por el Centro Brasileiro de Protejo e Pesquisa das Tartarugas Marinhas-Centro Tamar, dentro del Ministerio do Meio Ambiente.

Cría recién nacida de tortuga verde.
A pesar de su organización gubernamental, el Tamar se autofinancia, a través de patrocinios privados y apoyos de gobiernos regionales, empresas e instituciones nacionales e internacionales. Además, promocionan el ecoturismo, con una red de centros de visitantes y tiendas de productos propios, lo que ayuda a su autosustentación.

Praia do Forte, Bahía.

Tortuga verde adulta; Centro Tamar Praia do Forte.
Tamar realiza una importante labor de investigación, invirtiendo recursos humanos y materiales, aplicándola a la conservación, que es el fin principal. Las playas donde desovan tortugas se monitorizan, realizándose patrullas nocturnas, para su observación y toma de muestras biométricas y genéticas, para lo que se contrata a pescadores y habitantes de las comunidades locales, dando empleo a más de 1.300 personas. Esta labor se realiza entre septiembre y marzo en el continente, y de enero a marzo en las islas oceánicas. Los nidos localizados en áreas de riesgo, se trasladan a lugares más seguros, y las tortugas se marcan, bien en las playas o capturándolas en el mar, como sucede en Fernando de Noronha. De esta manera, cada año se protegen entre 17.000 y 20.000 puestas, y se liberan más de 800.000 crías.

Crías recién nacidas de tortuga verde; Fernando de Noronha.

Tortuga verde de varias semanas; Centro Tamar Praia do Forte.
También se realiza un seguimiento en el mar, en las áreas de alimentación, por medio de observadores científicos que se embarcan con pescadores, a los que asesoran, implantando medidas mitigadoras de la mortalidad en artes de pesca, su mayor amenaza. A las tortugas capturadas accidentalmente se les coloca transmisores vía satélite, para conocer la tasa de supervivencia.
En Fernando de Noronha se sitúa uno de los centros de visitantes del Projeto Tamar, creado en 1996, aunque la organización inició sus actividades en la isla en 1984. Este centro, construido con materiales ecológicos, recibe 45.000 visitantes al año, y cuenta con exposiciones permanentes y temporales, sobre tortugas marinas y conservación marina respectivamente. También hay conferencias casi todos los días, al anochecer.


Miembros de Tamar en tareas de seguimiento y de divulgación.

Zona de puesta en la Praia do Americano.

Marcando el pasillo para las crías de tortuga verde.
Tanto las tareas del Centro, como los trabajos de campo, son llevados a cabo por personal de Tamar, pero también por estudiantes y licenciados de áreas de ciencias y de administración y economía, que reciben de esta forma formación y contribuyen con su trabajo al desarrollo de la actividad científica y divulgativa. Junto a ellos, tuvimos la suerte de asistir a la apertura de un nido de tortuga verde. Tras una charla divulgativa en el Centro, fuimos convocados para el día siguiente al atardecer en la Praia do Americano, y procedieron a abrir un nido que ya había cumplido el tiempo de incubación, y a liberar a unas 100 crías, que se lanzaron hacia el mar desfilando por un pasillo humano lleno de esperanza. Rauber Santos se encargó de la conferencia, y de organizar tal experiencia.






Nido abierto.
Las tortugas marinas alcanzan la edad adulta y por tanto, la madurez sexual a los 30 años, por lo que en la temporada 2011/2012, que es la número 31 del Projeto Tamar, se liberó a la primera generación de crías cuyas madres nacieron bajo la protección de la organización.


 Debido al comienzo de la actividad de Tamar en Fernando de Noronha, en 1984, se protegieron las playas donde criaban las tortugas marinas. La importancia natural del archipiélago hizo que en 1988 se declarara Parque Nacional Marino a algo más de la mitad de la isla, y a 90 km cuadrados del mar que la rodea, y que en 2001 fuera declarada Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Instalaciones de Tamar en Bahía do Sueste.

-            Centro Tamar de Fernando de Noronha - Alameda de Boldró, s/n - infonoronha@tamar.org.br
-             Centro Tamar de Praia do Forte - 60 kms al norte de Salvador de Bahía





Rabihorcado grande (Fregata magnificens) capturando crías de tortuga verde.



domingo, 19 de octubre de 2014

Apus pallidus en Asturias

El día 22/10/2013 por la tarde, Dani López Velasco, localizó en Salinas (Castrillón) dos vencejos, que resultaron ser un vencejo pálido (Apus pallidus) y un vencejo moro (Apus affinis); este último suponía la primera observación de la sp en Asturias. Esto sucedía tras varios días de vientos del S-SO.


Vencejo moro (fotografiado en la provincia de Cádiz).

Extremo del Cabo Peñas.
Al día siguiente, acudimos los dos al Cabo Peñas, puesto que las observaciones de vencejos en otoño suelen ocurrir en cabos. Poco después de las 12:00 localizamos varios vencejos volando sobre el mar, que se fueron acercando a la zona del faro. Todos eran vencejos pálidos, y contamos un mínimo de 16 ejs, el mayor grupo visto en Asturias hasta la fecha.






Vencejos pálidos en el Cabo Peñas el 23/10/2013.






Al día siguiente aún localizaron 4 ejs por la zona (Clemente Álvarez y Ramón F. Revuelta), y el día 25 fue visto un ej (Rubén Fdez.). Posteriormente, el día 03/11/14, se vió (Xuan Cortés y Jorge Valella) un ej en paso sobre el mar hacia el oeste.


Vencejo pálido en el Cabo Peñas el 24/10/2013. Fotos: Clemente A. Usategui.

El vencejo pálido parece que está extendiéndose hacia el norte en su distribución como nidificante. Recientemente se ha establecido como reproductor, aunque en número bajos en la provincia de Zamora, y en las ciudades de Santander y La Coruña, por lo que deberíamos estar atentos a una posible próxima colonización de alguna ciudad costera. De momento, las observaciones de esta sp en Asturias son escasas, y siempre en otoño, cuando ya no se ven vencejos comunes (Apus apus), del que es difícil de distinguir.

Vencejo común.

Vencejo pálido. Peñas 23/10/13.


domingo, 12 de octubre de 2014

Cabo Peñas - Punta de la Vaca

Vista desde la Punta de la Vaca, con el Cabo Peñas al fondo.
           El Paisaje Protegido del Cabo Peñas se estableció en el Decreto 80/1995 de 12 de mayo. Es un espacio de 19,26 km2, y está incluido en la ZEPA Cabo Busto-Luanco. Ocupa la franja costera entre la desembocadura de la ría de Avilés y la Punta de la Vaca.

Tarabilla común (Saxicola rubicola) con el faro de Peñas al fondo.

Campiña en el Cabu Peñes.

Avefrías (Vanellus vanellus), frecuentes en invierno en la campiña.

 En el extremo del cabo, los acantilados cuarcíticos alcanzan los 100 m de altura, constituyendo el borde norte de la rasa costera, que se ve interrumpida solo por pequeños valles. La zona más valiosa botánicamente es el amplio brezal-tojal, con hasta 8 spp de brezos: Daboecia cantabrica, Calluna vulgaris, Erica vagans, E. ciliaris, E. cinerea, E. arborea y E. mackaiana. También hay una depresión con brezal higroturboso, donde se encuentra Erica tetralis. En este hábitat viven el eslizón tridáctilo (Chalcides chalcides), y el lución (Anguis fragilis).

Erica mackaiana en el Cabu Peñes.


Turbera en La Granda de Peñes.

Brezal en el Cabu Peñes.
 La campiña de la comarca, con prados de siega, maizales y abundantes setos y bosquetes, mantiene una comunidad de aves interesante, con nidificantes como la alondra (Alauda arvensis), la lavandera boyera (Motacilla flava), el bisbita arbóreo (Anthus trivialis), el zarcero común (Hippolais polyglotta), la curruca rabilarga (Sylvia undata), el pardillo común (Carduelis cannabina) o el escribano triguero (Emberiza calandra).


Jóven de alondra en la campiña de Peñes.

Bisbita arbóreo.

Pareja de pardillo común.


Campiña con maizales en otoño.
 Durante los pasos de primavera y otoño, muchas aves en migración reposan en esta franja costera, tanto en los prados como en las zonas de setos y matorral, abundantes por ejemplo en Peroño, en las cercanías de la Punta de la Vaca. Debido a su posición avanzada hacia el mar y a su situación geográfica, es un buen lugar para localizar aves escasas o accidentales, y es posiblemente el mejor lugar de Asturias para ello.


Collalba gris groenlandesa (Oenanthe oenanthe leucorhoa) en primavera.

Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus) en otoño.

Jóven papamoscas papirrojo (Ficedula parva), una de las rarezas registradas en Peñas.

Escribano nival (Plectrophenax nivalis), de presencia anual en otoño.

En los islotes costeros (La ErbosaLa Gaviera y El Sabín), nidifican cada vez más escasos el paiño común (Hydrobates pelagicus), el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) y la gaviota patiamarilla (Larus michahellis), y esporádicamente el gavión atlántico (Larus marinus).


Isla la Erbosa desde la Granda de Peñes.


Pollo de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) en la Vaca.


Punta de la Vaca desde el Cabu Peñes.


Punta de la Vaca en noviembre. Foto: Ramón Fdez. Revuelta.
Fumarel común (Chlidonias niger).



       
   Por otro lado, por esta costa pasan cada otoño cientos de miles de aves marinas, que en días de viento fuerte se acercan a tierra. La Punta de la Vaca es, después de la Estaca de Bares, el mejor lugar en España para la observación de estas aves. Algunos días es posible contar varios miles de aves marinas en paso cada hora, de una gran variedad de familias, desde procellariformes a láridos.



Grupo de alcatraces (Morus bassanus) pasando bajo la Vaca.


Pardela cenicienta (Calonectris diomedea).


Halcón peregrino (Falco peregrinus) a la espera de migrantes.
Es fundamental el mantenimiento de las comunidades vegetales naturales, y de los usos tradicionales en la agricultura de la zona, para ayudar a las aves en sus largas migraciones.


Punta de la Vaca.


Halcón peregrino. Foto: Ramón Fdez. Revuelta.