domingo, 3 de noviembre de 2013

La ría de Avilés


Faro de Avilés.
La ría de Avilés es un amplio estuario, en el que vierten sus aguas varios pequeños ríos, como el Raíces, el Vioño o el de La Magdalena. Actualmente, su entorno está completamente humanizado, pero hasta la mitad del siglo XX , se mantuvo como una de las rías más ricas del litoral cantábrico. A partir de entonces, la industrialización y la urbanización canalizaron sus orillas, cubrieron sus marismas y contaminaron brutalmente sus aguas y su lecho.

Pleamar "viva" en la ensenada de Llodero.

Paseo de la ría cerca del Puente Azud.
En la actualidad se desarrolla un proceso para contener la contaminación por vertidos urbanos e industriales, y para acondicionar en parte las pequeñas zonas sin urbanizar. Y como la vida se abre paso, incluso en las más duras condiciones, aún es posible encontrar algo de fauna y flora en algunos rincones.

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), frecuente en las márgenes.

Lagartija roquera (Podarcis muralis) en el observatorio de Zeluán.
El principal interés ornitológico se muestra en los períodos de paso, en primavera y otoño, cuando aves acuáticas en general, pero sobre todo larolimícolas, pueden localizarse en varios puntos. También en invierno acoge la ría a un buen número de aves, principalmente acuáticas.

Bando de limícolas en la ensenada de Llodero.

Correlimos común (Calidris alpina).

Ensenada de Llodero.

Charca de Zeluán.
En la ensenada de Llodero suelen concentrarse limícolas y láridos, dispersas por los limos en la bajamar, o en el pedrero que queda al descubierto durante la pleamar. A la charca de Zeluán, en terrenos de Gozón, entran limícolas y algunas otras aves cuando hay algo de agua proveniente de las lluvias. En invierno, en la ensenada puede haber somormujos y ardeidas, y algunas veces colimbos y patos marinos.

Tarabilla común (Saxicola rubicola) en Zeluán.

Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) en la ensenada de Llodero.

Eider (Somateria mollissima) macho jóven junto al espigón de El Espartal.
Las escolleras de la bocana y del dique exterior acogen en invierno a algunos correlimos oscuros (Calidris maritima) y tridáctilos (Calidris alba), y por fuera pueden verse álcidos y otras aves marinas.

Espigón entre la bocana de la ría y la playa de El Espartal.

Correlimos oscuros (Calidris maritima); bocana de la ría.

Correlimos tridáctilos (Calidris alba) en primavera; bocana de la ría.

Correlimos tridáctilo en invierno; espigón exterior de la ría.
El canal principal de la ría es frecuentado por cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) y varias especies de gaviotas, sobre todo en los alrededores de la lonja, a veces en cifras muy altas.

Grupo de cormorán grande (Phalacrocorax carbo) frente a la rula.

Gaviota patiamarilla (Larus michahellis) en la rula.

Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula); Llodero.

Con la canalización, y sobre todo la limpieza de la cola de la ría, las condiciones para las aves han mejorado mucho en los últimos años. Ahora viven habitualmente gallinetas (Gallinula chloropus), azulones (Anas platyrhynchos), andarríos chicos (Actitis hypoleuca) o carriceros comunes (Acrocephalus scirpaceus), además de otras especies.


Cola de la ría, canalizada y acondicionada para el paseo.

Paseo de la ría a la altura de Trasona, la última zona acondicionada.

Pareja de ánade azulón (Anas platyrhynchos) en la cola de la ría.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos).

Gaviota reidora (Larus ridibundus).

Ej de gaviota de Delaware (Larus delawarensis) en la zona alta de la ría.
Un proyecto pretende recuperar las marismas de Macua, en la margen derecha de la ría. Si los gestores públicos acaban por darse cuenta del valor de este espacio, y de su interés natural e incluso económico, la ría podría parecerse más a lo que fue.

Escena de la ensenada de Llodero en la década de los 80.

Aguja colipinta (Limosa lapponica).

Cormoranes grandes cerca de San Juan de Nieva.

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