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El Monte Perdido desde el barranco de Urdiceto. |
El Parque Nacional de Ordesa y
Monte Perdido, situado en la provincia de Huesca, en el centro de los Pirineos, se creó en 1918, y actualmente tiene una superficie de 15.000
ha. Está declarado Reserva de la Biosfera y ZEPA.
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Monte Perdido desde la Faja de Pelay. |
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Al fondo el Monte Perdido, desde el Barranco de Urdaiceto. |
El Monte Perdido es el corazón del parque, y con sus 3355 m de altura,
constituye el macizo calcáreo más alto de Europa occidental.
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Vista del Monte Perdido desde el valle de Urdaiceto. |
Del macizo descienden dos valles glaciares, el de
Ordesa y
Pineta, y dos
fluviales, el cañón de
Añisclo y las
gargantas de
Escuaín, o valle de
Puértolas.
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Valle de Puértolas. |
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Vega del río Ara, Torla. |
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Río Ara y Tozal del Mallo. |
La entrada al valle de Ordesa es desde el pueblo de Torla, a orillas
del
río Ara; hay dos senderos que lo
remontan, uno va junto al
río Arazas,
y pasa junto a las
Gradas de Soaso,
desembocando en el Circo del mismo nombre, sobre el cual se encuentra la famosa
cascada de la
Cola de Caballo.
El otro, llamado la Senda de
Cazadores trascurre a mayor altitud, atravesando la Faja de Pelay, donde vivió el último bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) hasta el año 2000. Algo más arriba se
encuentra el refugio de Góriz, base para quienes atacan la ascensión del Monte
Perdido.
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Mirador de Calcilarruego. |
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Senda de Cazadores en la Faja de Pelay. |
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Brecha de Rolando. |
Al Balcón de Pineta se llega desde la cabecera del valle homónimo,
tras ascender los 1200 m de desnivel, pero las vistas son espectaculares. Algo
más arriba se encuentra el lago Marboré. Este valle, al que se accede desde
Bielsa, tiene muchas infraestructuras turísticas.
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Bielsa. |
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Pico picapinos (Dendrocopos major). |
Las
Gargantas de Escuaín
son sobrevoladas frecuentemente por el
quebrantahuesos
(
Gypaetus
barbatus), y su observación está casi asegurada desde aquí, puesto que
además, algo más arriba hay un punto de alimentación suplementaria para la sp.
El parque alberga una gran variedad de hábitats, dependientes de la
altitud y la orientación. Comenzando por la zona baja, tras los sotos fluviales
van las manchas de encinas y quejigos, los bosques caducifolios mixtos, el
hayedo, los pinares de pino negro y los prados y roquedos de alta montaña.
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Flor de las nieves o Edelweiss (Leontopodium alpinum). |
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Carbonero palustre (Poecile palustris). |
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Herrerillo común (Cyanistes caeruleus). |
Su fauna alada también cambia con la altitud y la vegetación. Son
frecuentes las aves de bosques altos, como el agateador norteño, el piquituerto
o el verderón serrano, el picamaderos negro y el mochuelo boreal. También las
de zonas altas, como el escaso lagópodo alpino, el vencejo real, el acentor
alpino, el treparriscos y el gorrión alpino. Y sobre todos ellos, el águila real (Aquila chrysaetos) y el
quebrantahuesos.
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Águila real; foto: Manuel A. F. Pajuelo. |
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Quebrantahuesos. |
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Buitre leonado (Gyps fulvus). |
El resto de la fauna es muy variada, con presencia de marmota (
M. marmota) y rebeco o sarrio (
R. rupicapra pyrenaica).
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Zorro (Vulpes vulpes) en el valle de Puértolas. |
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Escribano cerillo (Emberiza citrinella). |
Más información:
Montero, José Antonio y colaboradores (2005). Dónde ver aves en España. Los 100 mejores lugares. Lynx Edicions y
SEO/BirdLife.
Sociedad Española de Ornitología (1993).
Dónde ver aves en España
peninsular. Lynx Edicions.
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