IX de 2019: La Mancha y Andalucía

Flamencos comunes (Phoenicopterus roseus) al anochecer. Laguna de Navaseca, Ciudad Real.

En la primera quincena de septiembre de 2019, realizamos un viaje por varias provincias de la Península, en el que una buena parte del tiempo la dedicamos a la búsqueda y observación de aves. Comenzó la tarde del día 5, en dirección a Bilbao, y con una parada en las marismas de Suances (Cantabria). Aquí había tres cisnes negros (Cygnus atratus), junto a numerosos cisnes vulgares y muchas limícolas. También algunos paseriformes migrantes.

Ánsares comunes y cisnes negros. Marismas de Suances, Cantabria.

Tras pasar el día 6 en Bilbao, el 7 antes del mediodía, ya sacamos los prismáticos en la reserva de Los Albardales, en San Martín de la Vega (Madrid). Vimos allí bastantes pollos de zampullín común (Tachybaptus ruficollis) y de focha común (Fulica atra), varios patos colorados y un porrón pardo. También disfrutamos con la observación de un buen grupo de pájaro moscón.

Zampullín común con su pollo.

Pollo de focha común.

Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, Ciudad Real.

Masa de espadaña (Typha latifolia). Tablas de Daimiel.

Por la tarde llegamos a Daimiel (Ciudad Real), donde nos dio tiempo de sobra para ver las Tablas, pues solo había agua en una superficie mínima. Aún así, vimos algunos paseriformes migrantes, como un ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) muy confiado, papamoscas, currucas y colirrojo real, y algunos residentes como el bigotudo (Panurus biarmicus) y un macho de escribano palustre iberoriental.

Ruiseñor común.

Macho de bigotudo.

Galápago europeo (Emys orbicularis).

Visitamos la laguna de Navaseca, tanto esa tarde como la siguiente mañana, en la que acabamos por irnos para no seguir contemplando el lamentable espectáculo de la matanza ocasionada por la “media veda” en los alrededores.

He aquí a una persona, aparentemente normal, que dedica su tiempo libre a matar animales por placer.

Aves de diversas spp en la laguna de Navaseca.

Cerceta pardilla.

En la laguna, ajenas a los tiros, se mantenían muchas aves acuáticas, entre ellas dos porrones pardos, una cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), y muchas malvasías cabeciblancas (Oxyura leucocephala). También vimos muchos limícolas, principalmente agujas colinegras (Limosa limosa) y combatientes (Calidris pugnax), y en las orillas secas, varias gangas ibéricas (Pterocles alchata) bebían y se bañaban en tierra.

Gangas comunes bebiendo.

Ese mismo día, camino de nuestro siguiente destino, la Puebla de los Infantes (Sevilla), vimos varias águilas imperiales (Aquila adalberti), en la Sierra de Cardeña (Córdoba) y en las cercanías de la ermita de Setefilla (Lora del Río, Córdoba), donde también aparecieron un par de vencejos cafres y muchas golondrinas daúricas.

Ad de águila imperial ibérica. Sierra de Cardeña, Córdoba.

Reata de burros, mulas y un caballo en las cercanías del embalse de José Torán, Puebla de los Infantes, Sevilla.

Montes cercanos a Setefilla, Lora del Río, Sevilla.

Ya camino del Estrecho, el día 9 hicimos una breve parada en el Brazo del Este (Sevilla), de donde nos echó el calor del mediodía. No obstante, tuvimos tiempo de observar el gran número de ardeidas y otras zancudas presentes, y de anotar un par de paseriformes invasores que ya están asentados en nuestro territorio, el tejedor cabecinegro (Ploceus melanocephalus) y el obispo coronigualdo (Euplectes afer), que a mi entender, alegran bastante el paisaje marismeño.

Macho de obispo coronigualdo.

Hembra de obispo coronigualdo.

Hembra de obispo coronigualdo. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Hembra de tejedor cabecinegro.

.