domingo, 30 de agosto de 2015

La Pita Pinta Asturiana


La Pita Pinta o Gallina Pinta, se considera una gallina del Tronco Atlántico, emparentada con la Eusko-ailoa, del País Vasco. Proviene de las gallinas que campaban por las aldeas hasta mediados del siglo XX, aves rústicas y resistentes, y guarda un buen equilibrio entre la producción de huevos y la calidad de su carne. Además, en semilibertad conserva un buen carácter maternal.

Gallinas en majada de los Picos de Europa.


En los 50-60 del pasado siglo, la población de gallinas indígenas (les pites de caleya), prácticamente desaparece, sustituídas por razas e híbridos productores de huevos de color moreno.


En los 80, el biólogo y veterinario Rafael A. Eguiño Marcos, adquirió ejs autóctonos que fue encontrando dispersos en zonas de difícil acceso. Fue recuperando grupos diferentes en cuanto a color, dibujo y morfología, pero iguales en cuanto a fisiología y etología. Encontró tres grupos de diferente fenotipo, que fue diferenciando a lo largo de una década. Redistribuyó de nuevo aves por los gallineros de donde las había conseguido, realizando un trabajo, gracias al cual se recuperó totalmente la raza.



En ocasiones se utilizan otras razas de gallina para criar a los pollos; gallina Brahma.
 Con campesinos, avicultores y otros gremios, se creó la infraestructura necesaria para conservar la raza, y actualmente está bien distribuida por gallineros de muchos criadores. Además, se creó la Asociación de Criadores de Pita Pinta Asturiana.




El una gallina de tamaño y peso medio, con cola algo corta; el peso en los machos está entre 4 y 4,5 kg, y entre 2,5 y 3 en las hembras.. El pico y las patas son amarillos con pintas negras, y los ojos anaranjados.

Gallo.
En cuanto al color, el plumaje es negro con brillo azul verdoso, pero el extremo de
cada pluma es blanco, formando el moteado característico de la variedad Pinta, con las rémiges y rectrices blancas por completo. El pollo tiene el plumón blanco amarillento, negro por encima.
En la variedad Roxa, el ad es como la Pinta, pero el color de fondo es pardo anaranjado en lugar de negro. El pollo es también igual, con pardo anaranjado sustituyendo al negro.
La variedad Blanca puede tener algunas plumas negras dispersas, puntos que ya presenta el pollo en su plumón.
  


Bibliografía

 Álvarez Sevilla, Antón (2001). Les Races Autóctones del Principau d’Asturies. Fundación Belenos.
Eguiño Marcos, R. (1998). La Pita Pinta Asturiana. Rev. Asturies Memoria Encesa d’un País, 5. Uviéu.


Cómico asturiano con una Pita Pinta a la espalda.

domingo, 23 de agosto de 2015

El plumaje de las aves: aves acicalándose

Rémige de lechuza común (Tyto alba).

Las plumas de las aves son apéndices integumentarios (faneras) muy complejos, más que otros que se dan en otros órdenes animales, como las escamas, pelos o cuernos. Son estructuras queratinosas formadas por varias partes. El cálamo, ráquis o cañón es el eje central, que se inserta en el cuerpo; el estandarte o vexilo se extiende a ambos lados del ráquis, y se forma por ramificaciones paralelas llamadas barbas; las barbas, a su vez se ramifican en barbillas o bárbulas. Estas barbillas, tienen unos ganchillos con los que se unen a las paralelas más cercanas. La parte basal de la pluma, llamada parte plumosa, no tiene ganchillos, por lo que queda desordenada.

Detalle del plumaje de una agachadiza común (Gallinago gallinago); Llanera, Asturias.
Cuando accidentalmente, las plumas se desordenan o se separan las bárbulas, el ave puede volver a componerlas pasándolas por el pico; es lo que hace cuando se acicala.

Ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchos); Gijón, Asturias.
Las aves dependen para su supervivencia del buen estado de sus plumas. Les sirven para la mayoría de sus funciones vitales, desde la termorregulación al vuelo, pasando por infinitas funciones sociales como el cortejo por ejemplo. Las plumas de vuelo (rémiges y rectrices) permiten al ave buscar alimento, migrar o escapar de sus enemigos. Debido al desgaste, periódicamente mudan las plumas, parcial o totalmente; por ejemplo, las anátidas, llegan a perder temporalmente la facultad de volar debido a ello.

Macho de ánade azulón (Anas platyrhynchos) con plumaje de eclipse; Gijón, Asturias.

Familia de ánade azulón acicalándose al completo; Versalles (Francia).

Macho de ánade friso (Anas strepera); Plaiaundi, Guipúzcoa.

Además, su coloración les sirve bien para camuflarse o al contrario, para resultar más vistosas frente a individuos de su sp o más visibles para otros animales. La coloración de la pluma depende de melaninas y carotenoides, y en algunos casos se modifica con la alimentación.



Cisne chico (Cygnus columbianus) y garceta grande (Ardea alba); Lac d'Amance, Aube (Francia).
                              Pava yacupemba (Penelope superciliaris); ej en cautividad (Brasil)

Pigargo cabeciblanco (Haliaeetus leucocephalus); ej en cautividad.

                  Halcón peregrino (Falco peregrinus); Villaviciosa, Asturias.

Muchas aves necesitan impermeabilizar su plumaje, para lo cual poseen una glándula uropigial o uropígea, situada en la rabadilla, que segrega una sustancia aceitosa que ayuda a la impermeabilización.

                               Avefría espinosa (Vanellus spinosus); Asuán (Egipto).


Chorlito gris (Pluvialis squatarola); ría de Avilés, Asturias.

Gaviota patiamarilla (Larus michahellis); Avilés, Asturias.
Por todo esto, las aves pasan una buena parte de su tiempo dedicadas al mantenimiento del plumaje, acicalándose para recomponerlo o para impermeabilizarlo. Es frecuente verlas dedicadas a tal fin mientras descansan de la búsqueda de alimento. 

Tiñosa boba (Anous stolidus); Fernando de Noronha, Pernambuco (Brasil).

Amazilia ventriblanca (Amazilia leucogaster); Guarajuba, Bahía (Brasil).

Bisbita alpino (Anthus spinoletta); Tineo, Asturias.

Golondrina común (Hirundo rustica); Gozón, Asturias.

Golondrina gorgirrufa (Stelgidopteryx ruficollis); Recife, Pernambuco (Brasil).

Golondrina purpúrea (Progne subis); Baltimore, Maryland (USA).

Ampelis europeo (Bombycilla garrulus); Avilés, Asturias.

Macho de gorrión común (Passer domesticus); Mulhouse, Alsace (Francia).

Hembra de gorrión del desierto (Passer simplex); Aousserd (Sáhara Occidental).

Gorrión alpino (Montifringilla nivalis); Lena, Asturias.

Zanate común (Quiscalus quiscula); New York, NY (USA).

domingo, 16 de agosto de 2015

Ría de Navia y campiña costera

Faro de San Agustín, en Coaña.
En su desembocadura, el río Navia forma una ría, que aunque bastante urbanizada, conserva algunos lugares en los que la fauna encuentra reposo; se sitúa en el occidente de Asturias.

Puente de la Nacional sobre la ría.

Canal de la ría y a la derecha La Poza.
En el canal de la ría es posible localizar en invierno spp de aves piscívoras, sobre todo comorán grande (Phalacrocorax carbo) y también algún colimbo grande (Gavia immer), y no es raro que aparezcan patos marinos como el eider (Somateria mollissima), algo que sucedió en el invierno 2014-15, o la serreta mediana (Mergus serrator).



Macho inmaduro de eider común en Navia; 10/01/2015.
En la orilla perteneciente a Coaña hay buenas extensiones de junco, en la zona del río Meiro, donde se refugian agachadizas, común y chica, y en paso recalan algunos ejs de ruiseñor pechiazul, quedando alguno a invernar en ocasiones, además de otras aves ribereñas.

Gaviota reidora (Larus ridibundus) en el puerto deportivo de Navia.

Intermareal de "Gran Sol".

Gorriones en un tejado de pizarra en el E de Ortigueira.
Siguiendo en la orilla oeste, más cerca de la desembocadura, hay una zona intermareal protegida por un dique, conocida como Gran Sol, donde abundan los láridos todo el año, y los limícolas en los pasos, además de los cormoranes, garzas y garcetas. Esta orilla oeste se cierra en la campiña de Foxos y el cabo San Agustín, donde se encuentra el faro.

Ensenada de "Gran Sol", en la orilla coañesa.

Playa de Navia desde Foxos.

Ortigueira y cabo San Agustín.
Al otro lado de la ría, La Poza recoge en otoño e invierno algunas anátidas como el silbón europeo (Anas penelope), la cerceta común (Anas crecca) y en ocasiones otras spp más escasas, y todo el año habita aquí el ánade azulón (Anas platyrhynchos). Algunas veces recalan en esta laguna golondrinas de mar, que se unen a láridos y limícolas más habituales. Otras aves acuáticas y terrestres frecuentan la zona, y en ocasiones también la nutria.



Anátidas en La Poza; ánade azulón, silbón europeo y ánsar común (Anser anser); 01/01/2014.

Cormorán grande en La Poza.

Pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica) en La Poza, en junio de 2015.

La campiña costera comprendida entre la N-634 por el sur, y Frejulfe por el E, incluye las parroquias de Andés y Piñera, incluyendo localidades como La Guardia, Freal o Villaoril. Está ocupada por praderías, setos, maizales y terrenos en barbecho, que propician la existencia de una rica avifauna.

Jóven combatiente (Calidris pugnax). en La Guardia.

Alondra común (Alauda arvensis) en La Guardia.
En las diferentes épocas (la nidificación, los pasos y la invernada) se registran paseriformes de muchas familias, como alondras, bisbitas y lavanderas, fringílidos, gorriones y estorninos entre otros, amantes de espacios abiertos.

Bisbita pratense (Anthus pratensis).

Jilguero (Carduelis carduelis).

Grupo de estornino pinto (Sturnus vulgaris).
En invierno se recoge la mayor población asturianas de alcaraván (Burhinus oedicnemus), y buenos contingentes de paloma torcaz (Columba palumbus), en cuyos bandos se integran ejs de paloma zurita (Columba oenas).

Alcaraván en Villaoril.

Grupo de palomas torcaces y algunas zuritas en Villaoril.
Además, en los pasos, utilizan la zona para descansar y alimentarse muchas otras spp, a veces raras en la región, aprovechando estas tierras tan fértiles.

Hembra de cernícalo patirrojo (Falco vespertinus) en la campiña de Andés, el 28/5/15.