domingo, 6 de diciembre de 2015

Ría de Ribadesella



El concejo de Ribadesella está partido en dos por la ría del mismo nombre, desembocadura del río Sella. Es una ría pequeña, urbanizada en su tramo cercano al mar, aunque conserva algunas zonas con hábitats relativamente conservados, y las aguas no están contaminadas por industrias importantes.

Margen izquierda, frente a las cuevas de Tito Bustillo.



En la playa y el canal de la ría abundan las gaviotas y los cormoranes, principalmente en invierno, pero en los pasos no faltan las golondrinas de mar y los limícolas.

Bocana de la ría y comienzo de la playa.

Jóvenes de gaviota patiamarilla (Larus michahellis).

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo).

Gaviota reidora (Larus ridibundus).
Al sur de la playa, y paralela al paseo, hay una marisma alargada, con un paseo y observatorios, en el llamado parque del Malecón. Además de aguas someras, un carrizal ocupa las orillas, por lo que son frecuentes pájaros palustres como el carricero común (Acrocephalus scirpaceus), que incluso nidifica aquí. Además, se forman en otoño dormideros de golondrinas y lavanderas, y de garcetas y garcillas en invierno.

Carricero común (Acrocephalus scirpaceus).
Garceta común (Egretta garzetta).

Garcilla bueyera (Bubulcus ibis).
La Mediana, en la margen izquierda, es quizás el espacio más rico en cuanto a avifauna. Es una extensión de prados, encharcados en invierno, de juncales y algún pequeño carrizal junto a los canales.

Grupo de ánade azulón (Anas platyrhynchos).

Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula).

Águila pescadora (Pandion haliaetus) en La Mediana.
Son frecuentes en los pasos y en invierno algunos limícolas, como la avefría o las agachadizas, y paseriformes, destacando el ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica) y el escribano palustre ( Emberiza schoeniclus) entre otros muchos.

Macho de ruiseñor pechiazul, capturado para anillamiento, en La Mediana.

Escribano palustre en invierno.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos).
Al este del concejo, junto a la localidad de Meluerda, se encuentra otra zona húmeda, la charca temporal de El Quérabu. En sus alrededores se pueden ver aves de campiña, y recalan en ella patos, garzas o rálidos.


Hembra de tarabilla común (Saxicola rubicola), en los alrededores de El Quérabu.
Aquí se encuentra la única población asturiana conocida del cangrejo Lepidurus apus, un crustáceo branquiópodo de solo 60 mm de longitud, que habita en aguas temporales, y cuyos huevos sobreviven a la sequía estival.




Pertenece a la familia Triopidae, de la que solo hay tres spp en la Península Ibérica. Esta sp es rara en Iberia, con poblaciones unicamente en Orense, León, Segovia y Zaragoza; es por tanto una joya de la fauna asturiana.


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