domingo, 25 de diciembre de 2016

Litoral catalán en abril de 2016, Aiguamolls

Estany de Vilaüt desde el observatorio.


Para los “cantábricos”, un viaje ornitológico al litoral mediterráneo, siempre resulta atractivo, más en primavera, cuando la abundancia de migrantes es muy superior a la del litoral atlántico.


El Matá.

Hirundínidos en el Estany d'Europa.

Cigüeñuela (Himantopus himantopus) en El Matá.

En abril de 2016 realizamos una excursión al litoral catalán, comenzando por el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, que visitamos los días 28 y 29.


El Cortalet.
Observatorio situado en un antiguo silo.

Gaviotas reidoras y fumarel cariblanco en el Matá.

En primavera además, la vegetación es exuberante, y las lagunas están llenas de agua. En éstas encontramos varias spp de ardeidas, como la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) y la garza imperial (Ardea purpurea), además de muchos limícolas, destacando los combatientes (Calidris pugnax), casi con el plumaje nupcial completo, y muchos archibebes y andarríos, tanto en El Matá como en la laguna de Vilaut. Tambien se veían algunos correlimos de Temmninck y muchos zarapitines.


Garcilla cangrejera en el Matá.

Combatientes y otros limícolas.



Espátulas y azulones en Vilaüt.

También algunos flamencos rosa (Phoenicopterus roseus), espátulas (Platalea leucorodia) y cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) se alimentaban en las lagunas, sobrevolados al atardecer por cientos de vencejos comunes (Apus apus) y golondrinas comunes (Hirundo rustica), aún en migración.





Flamenco, cigüeña blanca y golondrinas comunes en el Matá.



En los campos y praderas también se veían muchas aves, destacando varios ejs de carraca (Coracias garrulus), más numerosa en el interior, hacia Vilaüt.




Por último, los paseriformes, sobre todo los migrantes, lo invadían todo. Un buen grupo de lavandera boyera (Motacilla flava thunbergi) se alimentaba en los campos del norte, y carriceros comunes y tordales cantaban en los bordes de las lagunas, igual que el ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) en los arbustos y sotos.


Prados de Can Comas, atractivos para bisbitas y lavanderas.

Ruiseñor común..

Paloma torcaz (Columba palumbus) en el Matá.

Dispersos, encontramos ejs de tarabilla norteña (Saxicola rubetra), collalba gris, curruca zarcera, zarcero icterino (Hippolais icterina), papamoscas gris y papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca). Un grupo de ciervos (Cervus elaphus) completó las observaciones en este espacio protegido.

Tarabilla norteña.

Zarcero icterino.


Camino hacia el sur, el día 29 hicimos una parada en la Sierra de Collserola, con el objetivo de ver al leiotris o ruiseñor del Japón (Leyotrix lutea). Esta sp exótica, naturalizada en esta sierra, acabará por ocupar, previsiblemente, todo el norte peninsular, puesto que ya está penetrando en Iberia por el País Vasco y Navarra, al expandirse la notable población del sur de Francia.


La ciudad de Barcelona desde la Sierra de Collserola.

Ruiseñor del Japón.

Papamoscas cerrojillo en Collserola.

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