martes, 21 de enero de 2025

Cuba, marzo de 2024: Cayo Coco I

 

Barrancolí cubano, una perla del caribe. Cueva del Jabalí, Cayo Coco.

Cuclillo de manglar. Cayo Coco.

Los días 14 a 19 permanecimos en un hotel en el NE de Cayo Coco, en la provincia de Ciego de Ávila. Los hoteles de “todo incluido” son la única opción para el alojamiento en estos cayos, llamados Jardines de la Reina, e incluso en un lugar dedicado solo al turismo se notan las carencias del país, sumido en una crisis humanitaria que solo afecta al pueblo. En esta entrada mostramos las aves y la Naturaleza que descubrimos en el interior del Cayo, paseando por sus carreteras, en las balsas de agua de la estación depuradora y en un área llamada Cueva del Jabalí, lugar al que nos acompañó un guía ornitológico que contratamos para ver algunas especies endémicas.

Grupo de cigüeñuelas americanas, con un vuelvepiedras y un archibebe patigualdo chico.

Grupo de avoceta americana en vuelo.

Archibebe patigualdo chico. Balsas de decantación de la estación depuradora de Cayo Coco.

A las balsas fuimos buscando aves acuáticas invernantes, y encontramos muchas, sobre todo limícolas y anátidas. Había un grupo de avocetas americanas (Recurvirostra americana – American avocet), cigüeñuelas (Himantopus himantopus mexicanus – Black-winged Stilt), archibebes patigualdos chicos (Tringa flavipes – Lesser Yellowlegs), vuelvepiedras y andarríos maculados, y entre las anátidas destacaban por número las cercetas aliazules (Spatula discors – Blue-winged Duck) y los porrones bola (Aythya affinis). En los alrededores vimos otras muchas aves y mariposas.

Cercetas aliazules, el pato más numeroso.

Mariposa en las cercanías de las balsas de agua.

Aura gallipavo en las cercanías de las balsas de la depuradora; también se veían rondando los jardines de los hoteles.

Por las carreteras y caminos interiores cercanos a los hoteles disfrutamos de la observación de aves. Entre las rapaces vimos numerosos auras gallipavo (Cathartes aura – Turkey Vulture), algunos busardos colirrojos, busardos cubanos y e incluso un águila pescadora. También localizamos nuestra primera zenaida caribeña (Zenaida aurita – Zenaida Dove) y algunos carpinteros antillanos (Melanerpes superciliaris – West Indian Woodpecker), frecuentes en jardines, así como un grupo de garrapatero aní (Crotophaga ani – Smooth-billed Ani).

Zenaida caribeña. 17-3-2024.

Carpintero antillano en las palmeras de una mediana de la carretera. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Carpintero antillano.

Garrapatero aní integrante de un grupo sedimentado en las inmediaciones de nuestro hotel.

Copetón de la Sagra, un mosquero de buen tamaño, común en zonas de arbolado disperso, incluso en rotondas.

Copetón de la Sagra.

Había muchos paseriformes, algunos residentes como el copetón de la Sagra (Myiarchus sagrae – La Sagra’s Flycatcher), el sinsonte norteño (Mimus polyglottos – Northern Mockingbird), el zorzal patirrojo occidental (Tudus rubripes – Western Red-legged Thrush), el gorrión común (Passer domesticus), y la cigüa cubana (Spindalis zena – Western Spindalis).

Sinsonte norteño cantando.

Zorzal patirrojo occidental, frecuente en arbolado de todo tipo.

El gorrión común se distribuye por la práctica totalidad de Cuba, aunque en Cayo Coco no es muy abundante.

Cigüa cubana en las cercanías de la estación depuradora.

Parula norteña.

Reinita gorgiamarilla, común en Cayo Coco.

Otros muchos eran invernantes o migrantes norteños, sobre todo reinitas como la parula norteña (Setophaga americana – Northern Parula), la reinita gorgiamarilla (Setophaga dominica – Yellow-throated Warbler), la reinita palmera (Setophaga palmarum – Palm Warbler),  o la reinita atigrada (Setophaga tigrina – Cape May Warbler).

En marzo las reinitas están preparándose para la migración primaveral, aprovechando las bayas nativas.

Reinita gorgiamarilla alcanzando una baya silvestre.

Macho de reinita atigrada en un jardín de hotel.

Reinita palmera consumiendo bayas junto a otras especies.

Lagarto de cola rizada (Leiocephalus carinatus) cerca de la Cueva del Jabalí.

Pareja de paloma perdiz barbiqueja cerca de un bebedero.

Paloma perdiz barbiqueja.

Donde más endemismos anotamos fue en la Cueva del Jabalí, una zona boscosa no lejos de la costa, en el oeste del cayo. Vimos allí varias zenaidas caribeñas, acompañando a tres ejemplares de paloma perdiz barbiqueja (Geotrygon chrysia – Key West Quail-dove) que acudían a un bebedero. En el mismo lugar nidificaba una pareja de carpintero tajá (Xiphidiopicus percussus – Cuban Green Woodpecker), totalmente carente de pudro, y por los alrededores se hacían oír y sobre todo ver los barrancolíes cubanos (Todus multicolor – Cuban Tody).

Zenaida caribeña. Cueva del Jabalí.

Carpintero tajá en la entrada de su nido.

Barrancolí cubano cerca de la Cueva del Jabalí.


Semillero negrito.

Al reclamo de nuestro guía acudió un curioso cuclillo de manglar (Coccyzus minor – Mangrove Cuckoo), no lejos de la cueva, y a poca distancia una pareja de perlitas cubanas (Polioptila lembeyei – Cuban Gnatcatcher) y una solitaria reinita de Oriente (Teretristis fornsi – Oriente Warbler). Otros muchos pájaros nos saludaron con trinos y poses, como el vireo ojiblanco (Vireo griseus), el semillero negrito (Pyrrhulagra nigra – Cuban Bullfinch), el semillero tomeguín (Tiaris olivaceus) o alguna reinita hornera (Seiurus aurocapilla – Ovenbird).

Cuclillo de manglar. Foto: Charo Fdez. Montaño.


Perlita cubana, otro endemismo del archipiélago. Foto: Charo Fdez. Monaño.


Perlita cubana realizando acrobacias.

Reinita de Oriente. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Foto testimonial de la obervación de una reinita de Oriente.

Reinita hornera, ave invernante en los bosques de Cuba.


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