La curruca cabecinegra (Curruca melanocephala), habita en gran parte de Iberia, en los pisos bioclimáticos termo y mesomediterráneo, pero también en zonas atemperadas de otros pisos. Hacia el norte, se presentaba, hasta finales del siglo pasado, solamente en la costa vizcaína y cántabra, y en alguna comarca aislada, como la cuenca del Sil. Es decir, su distribución tenía mucho que ver con la temperatura.
Macho cantando en Bañugues (Gozón), en 2013. |
Macho capturado en el Cabo Peñas en marzo de 2012. |
Hasta el año 2000, solo se tenía constancia de 3 observaciones de la especie en Asturias, pero en lo que va de siglo, su presencia se ha hecho cada vez más frecuente, penetrando por los extremos oriental y occidental de la región, y alcanzando en la actualidad cotas de cierto nivel hacia el interior, en concejos como Oviedo o Proaza. El hábitat que utiliza la especie en Asturias es coincidente con el de la curruca rabilarga (Curruca undata) en muchos lugares, aunque no se ha estudiado si la desplaza.
Hábitat favorable para las currucas rabilarga y cabecinegra en Castrillón. |
Macho de curruca rabilarga en Castrillón. |
Comencé a registrar la especie en la costa central en 2006, aumentando paulatinamente la frecuencia de las observaciones, y también las capturas para anillamiento, que ahora son habituales. No obstante, el primer anillamiento lo realizamos en Arnao (Castropol), donde según Gilberto Sánchez Jardón, ya llevaba dos años nidificando esta curruca.
Hembra capturada en Peroño (Gozón) en el otoño de 2008. |
Hembra jóven capturada en Peroño (Gozón), en septiembre de 2010. |
Primer anillamiento de curruca cabecinegra en Asturias, en Arnao (Castropol); 12/02/2005. |
En España se considera a la curruca cabecinegra como una especie sedentaria, pero con jóvenes dispersivos, que colonizarían nuevas zonas apropiadas, así como zonas abandonadas tras olas de frío. El invierno y la primavera de 2013 han sido especialmente fríos y lluviosos, y he notado una menor densidad de este pájaro en la costa central asturiana, aunque muy probablemente tardará poco en recuperarse.
Más información:
- Tellería, J.L., Díaz, M. y Asensio, B. Aves Ibéricas II. Paseriformes. J. M. Reyero Editor, 1999.
- García, Elías. Anuario 2000, El Draque. COA, 2007.
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