domingo, 28 de diciembre de 2014

Aves y bayas


 En otoño, muchos árboles y arbustos del hemisferio norte, producen sus frutos cargados de semillas, que habrán engordado con el sol del final del verano. En otoño también, muchas aves comienzan su migración hacia el sur. Ambos fenómenos están muy relacionados entre si.


Estorninos pintos (Sturnus vulgaris) comiendo frutos de caqui en un parque de Gijón (Asturies).

Herrerillo común (Cyanistes caeruleus) comiendo bayas en diciembre; Chambord (Francia).
Los frutos de muchos arbustos son ricos en sustancias antioxidantes, tales como los carotenoides y las antocianinas. Los antioxidantes son moléculas capaces de neutralizar los radicales libres, piezas químicas inestables perjudiciales para los organismos. Los frutos también contienen flavonoides, que tienen propiedades antioxidantes, antivirales, antialérgicas y antiinflamatorias. 


Endrino (Prunus spinosa); Sobrescobio (Asturies).


Mirlo común (Turdus merula) comiendo cerezas (Prunus avium); Cercedilla (Madrid). Foto: Mayra Morales.


Bulbul chino (Pycnonotus sinensis) alimentando a un pollo; Pekín.

Las aves necesitan estas sustancias para reforzar su sistema inmunitario y para contrarrestar el estrés oxidativo del esfuerzo muscular que supone la migración. Ellas no pueden sintetizar los carotenoides, por tanto deben encontrarlos en sus alimentos; por eso buscan ávidamente los frutos y bayas
Las plantas producen estos frutos para atraer a los animales, y que éstos dispersen sus semillas; es un beneficio mutuo. El color de los frutos es un elemento de atracción, y además indica su riqueza en elementos nutritivos. Los pigmentos más importantes son los antioxidantes antes citados. 

 


Camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula); Serín, Gijón.
 Según algunos estudios, las currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) prefieren los frutos más ricos en antocianinas, es decir, los más rojos, aunque hayan sido enriquecidos artificialmente. El zorzal alirrojo (Turdus iliacus) prefiere los más reflectantes, mientras que el robín americano (Turdus migratorius) busca los más oscuros.

Curruca capirotada.

Zorzal alirrojo.
Robín americano.
En otros estudios científicos, se desveló que el carbonero común (Parus major) y la curruca mosquitera (Sylvia borin), podían detectar un fruto enriquecido con carotenoides, aunque el color fuera igual a otros; en estos casos, posiblemente se guíen por el olfato.
En Norteamérica, diversos científicos han constatado que los frutos más buscados en otoño por las aves son los más ricos en antioxidantes, tales como la viña virgen (Parthenocissus puinquefolia) o el saúco americano (Sambucus canadensis), aunque consumen varios tipos de bayas, para ingerir diferentes tipos de antioxidantes.

Reinita coronada (Setophaga coronata); Jamaica Bay, New York (USA).

Viña virgen; Jamaica Bay, New York.

Serval de cazadores; Puerto de Ventana (Asturies).
También son consumidos algunos frutos en invierno, puesto que son ricos en sustancias nutritivas. Muchas aves como los zorzales (Turdus sp) o el ampelis europeo (Bombycilla garrulus), buscan en invierno las bayas de la hiedra (Hedera elix) o del espino blanco (Crataegus monogina) por ejemplo, desplazándose muy al sur cuando la comida escasea en las zonas habituales de invernada.

Ampelis europeo; Avilés. Foto: Mario Suárez Porras.

Espino blanco.

Sauquillo; Petite Camargue Alsacienne, Alsacia (Francia).
Moras; Gozón (Asturies).
Otros arbustos que producen bayas atractivas para las aves son por ej el sauquillo (Viburnum opulus), la zarzamora (Rubus ulmifolius), el saúco (Sambucus nigra), el mostajo (Sorbus aria), el serbal de cazadores (Sorbus aucuparia), el bonetero (Evonymus europaeus), el aligustre (Ligustrum lucidum), o la morera negra (Morus nigra). Pero son muchas más las plantas que producen este tipo de alimento para los animales, por lo que son muy importantes los setos vivos en zonas cultivadas, o incluso la plantación de éstas en parques y jardines.


Placa informativa en una senda; Mulhouse, Alsacia (Francia). Saúco.

Mostajo; La Polina, Sobrescobio.

Serbal de cazadores. Puerto de Tarna, Caso.
Bonetero; La Polina, Sobrescobio.
Aligustre; Parque de Ferrera, Avilés.

2 comentarios:

  1. Entrada interesante, hay un libro muy interesante del tema en el norte ibérico, Zorzales, espinos y serbales,de José Guitán d la Uni d Santiago,muy recomendable.

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    1. También hay muchos trabajos en España sobre dispersión de semillas, alimentación, etc. Los datos de la entrada, están sacados principalmente de una web francesa.

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