El 22/11/2015, hubo un notable paso de patos en la costa de Gozón, lo que parecía presagiar una buena entrada invernal de anátidas. En menos de tres horas contamos 1460 ejs volando sobre el mar hacia el oeste.
A los dos días me acerqué al embalse
de San Andrés (Gijón), para ver
si había entrado alguna anátida. En la cola, un cisne comía entre la
vegetación, con el cuello sumergido; pensé que podía ser un cisne vulgar de algún parque, pero
al girarse comprobé que se trataba de un cisne
cantor (Cygnus cygnus), con la mancha amarilla en el pico característica de un ad. Más
tarde, se asociaba a un ánsar común
(Anser
anser), que tampoco estaba los días previos, por lo que supongo que
llegarían juntos. A los dos días el cisne continuaba en el embalse, pero el
ánsar ya no.
El día 17 de diciembre volví al embalse, esta vez buscando porrones de
entrada tardía. La sorpresa fue mayor. Tuve que sacar el telescopio para
comprobar que las dos manchas blancas de la orilla opuesta eran dos ads de ánsar nival (Anser caerulescens). Es
muy posible que estuvieran recién llegados, puesto que el cisne se acercó a
ellos despacio y con recelo, hasta acabar pastando los tres juntos. Las tres
aves pasaron el invierno en el lugar, pastando junto a vacas y cabras.
Durante los días previos, tuvo lugar una afluencia inusual de ánsares nivales en la costa atlántica americana, localizándose un ej en Nigrán (Pontevedra) el día 1, y varios en Gran Bretaña a lo largo del mes, además de uno en Azores. La pertenencia de todos estos ejs al morfo blanco, el más habitual en el lado oriental de Norteamérica, hace pensar en una llegada natural a las costas europeas.
El día 19 salí de nuevo en busca de anátidas, esta vez acompañado de
Charo F. Montaño, y con la ría del Eo
como destino. En la ensenada de La Linera examinamos
todos los patos, posados en la orilla con la pleamar. Un pato muy oscuro y con
apariencia de doméstico me entretuvo, y cuando estaba haciéndole fotos, otro,
casi blanco se cruzó en mi pantalla.
De nuevo saqué el telescopio, para comprobar que era, increíblemente,
un macho ad de serreta chica (Mergellus
albellus). Era tan solo la segunda vez que veía esta sp en Asturias, y
la primera que veía un macho ad (la otra fue un ej hembra o juvenil en paso
frente al Cabo Peñas hace muchos años). Este ej no se quedó mucho tiempo, y
solo pudo ser observado por quienes se acercaron a la ría ese mismo día.
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