domingo, 11 de octubre de 2015

Embalses del centro de Asturias

Embalse de La Granda.
En el centro de Asturias, cercanos a la costa, hay tres embalse con bastante interés ornitológico. Son los de Trasona (municipio de Corvera), La Granda (Gozón) y San Andrés (Gijón). Con una superficie parecida, difieren en cuanto a los ambientes que los rodean y a la presión humana que soportan.
En los tres se reúnen durante los pasos o el invierno cierta cantidad de aves acuáticas, y también, con mal tiempo suponen un refugio para hirundínidos y vencejos, que encuentran sobre ellos algo de alimento.

Hirundínidos a finales de abril con tiempo lluvioso.


Tres imágenes del embalse de Trasona.
El embalse de Trasona está muy humanizado, con un uso deportivo alto, por lo que es el menos interesante para la observación de aves. En su orilla izquierda se encuentran algunas aves acuáticas como la focha, gallineta, garza real y algunas anátidas ocasionalmente, desde gansos a ánades de superficie y algún pato buceador, además de muchos ánades azulones (Anas platyrhynchos). En invierno reposan en sus aguas gaviotas y cormoranes.



Agachadiza común (Gallinago gallinago).

Lavandera blanca (Motacilla alba).





El embalse de La Granda tiene un uso deportivo bajo, aunque se pesca en él. Hay mucha vegetación en su entorno, desde carrizales hasta saucedas, e incluso un pinar en la isla que posee, por lo que hay muchos pájaros, tanto en invierno (páridos, fringílidos, etc) como en primavera (pito real, carricero común, mosquitero ibérico, etc.). En su entorno nidifican varias parejas de milano negro y alguna de alcotán.







En su medio acuático nidifica el somormujo lavanco, el zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), la focha común, la gallineta, el ánade azulón y, esporádicamente otras aves acuáticas. En los pasos y en invierno se ven ardeidas (incluso garceta grande y avetoro), cormoranes y anátidas.

Zampullín chico; foto: Mario Suárez Porras. 


Jilguero lúgano (Carduelis spinus); foto: Mario Suárez Porras.
El embalse de San Andrés, además de aguas abiertas donde descansan muchas gaviotas y pescan muchos cormoranes, tiene una amplia zona de aguas poco profundas en la cola, donde en invierno se concentran muchas anátidas y otras aves acuáticas.


Anátidas en la cola del embalse; entre ellas un ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchos).

Porrón europeo (Aythya ferina).
Además, alguna charca en la cola y amplias zonas húmedas con vegetación baja le dan valor para otras aves como limícolas, rálidos y paseriformes. En sus alrededores, el bosque de ribera y los prados con setos se llenan de pájaros o de rapaces como el abejero europeo, el milano negro o el aguilucho lagunero.


Porrón osculado (Bucephala clangula) en la cola del embalse.

Pareja de chorlitejo chico (Charadrius dubius) en la presa.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos) en la presa.

Camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula).

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