lunes, 1 de febrero de 2021

Nidificación de colirrojo real en 2020

 

15-5-2020.

El colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) es una especie estival, común como nidificante en Asturias y bien distribuido, aunque escasea o casi falta en el tercio occidental de la región, y en las zonas altas de la Cordillera. Ocupa bosques maduros abiertos, pero aquí presenta las mayores densidades en zonas antropizadas, como parques, jardines, aldeas y cultivos de frutales.

Macho saliendo del nido. 30-5-2020.

Macho entrando a cebar. 07-6-2020.

En Miranda (Avilés), todas las primaveras aparece a primeros de abril, compartiendo hábitat con su pariente el colirrojo tizón, con quien no parece competir. Una de las parejas de la zona nidifica en los alrededores de casa, por lo que disfrutamos de su presencia y registramos datos fenológicos.

31-5-2020.

Hembra saliendo del nido. 30-5-2020.

En 2020, en pleno confinamiento por la Covid-19, pudimos seguir todo el proceso de cría, ayudados por sus muestras de confianza. El 6 de abril registramos por primera vez al macho que iba a establecer su territorio en el lugar, y se hizo notar cantando y reclamando toda la mañana. Así se mantuvo todo el mes, sin que viéramos ninguna hembra por los alrededores. El día 27 cayó en la red y pudimos anillarlo, con lo que desde ese momento quedó individualizado.

Macho territorial pocos días después de llegar. 19-4-2020.

Anillando al macho titular del territorio. 27-4-2020. Foto: Charo Fdez. Montaño.

28-4-2020.

El día 3 de mayo veo una pareja en un territorio cercano, y al poco aparece la hembra que criaría con nuestro macho marcado. Ese día se dedica, sin parar, a acarrear material para el nido, que para nuestro regocijo, está construyendo en un nidal de madera adosado a la casa. En la jornada siguiente continúa con la tarea, aunque solo durante la mañana.

La pareja nidificante en una de las salidas de la hembra durante la incubación. 20-4-2020.

La hembra con material para construir el nido. 03-5-2020.

La hembra saliendo del nido en plena construcción. 03-5-2020.

Durante unos días no parecían tener mucha actividad, y se ve cada vez menos a la hembra. El día 13, el macho entra con ceba al nido, lo que nos hace suponer que la hembra ha comenzado la incubación; a partir de ese día se la ve salir a alimentarse por breves espacios de tiempo.

El macho con ceba para la hembra durante la incubación. 13-5-2020.

La hembra en un descanso de la incubación. 16-5-2020.

El macho haciendo guardia en el nidal. 17-5-2020.

El 15 de mayo ocurre un suceso extraño. Aparece un macho sin anilla que pelea con el titular, aunque al final del día continúa éste en la plaza. El día 17, de nuevo un macho diferente, creo que de 2º AC (edad 5 de Euring), aparentemente defiende el territorio, y no se ve al titular en todo el día. El día siguiente dos machos pelean y se persiguen frenéticamente durante toda la tarde, y curiosamente ninguno porta anilla, pero a última hora vemos de nuevo al titular por la zona, igual que en las siguientes jornadas. El día 20 vemos de nuevo al macho inmaduro durante un rato, acompañando a la hembra, y el 25 de nuevo pelean los dos (el titular y él) durante todo el día.

Macho de 2º AC en un árbol frente al nido. 17-5-2020.

La hembra vigilando mientras entra al nido. 20-5-2020.

30-5-2020.

A pesar de las disputas, la hembra sigue con su tarea, y por fin, el 28 de mayo la vemos, junto al macho anillado, aportando cebas pequeñas al nido desde primera hora.

Saliendo de cebar. 07-6-2020.

31-5-2020.

El macho con una polilla. 31-5-2020. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Durante 14 días, entre el 28 de mayo y el 11 de junio, los dos miembros de la pareja (mucho más la hembra) se dedican a acarrear cebas al nidal, con algo menor intensidad en las horas centrales del día. Las presas son muy variadas, y hay tanto insectos y arácnidos adultos como pupas, larvas, etc.


Aportando al nido una larva. 01-6-2020.

La hembra con una larva justo antes de entrar en el nido; posada en un tendal. 01-6-2020.

Los seis pollos en el proceso de anillamiento. 02-6-2020.

Tan solo se altera la monotonía el día 2 de junio, cuando abrimos el nidal para anillar los pollos, y nos encontramos con la sorpresa de que son seis las bocas que alimentar.

La hembra saliendo del nido con un saco fecal, que llevará lejos. 07-6-2020.

Durante varias jornadas, la hembra depositó los sacos fecales en unos cables cercanos. 07-6-2020.

Sacos fecales depositados sobre un cable. 04-6-2020.

La hembra llegando al nido con una ceba. 05-6-2020.

06-06-2020.

09-6-2020.

Finalmente, el día 11 de junio por la tarde, quizás la jornada con peor climatología del verano (lluvia y viento), los seis pollos se lanzan al vacío uno detrás de otro, y se dispersan en diferentes direcciones.

El macho observando cómo sus retoños saltan del nido. 11-6-2020. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Uno de los pollos justo antes de salir del nidal. Foto: Charo Fdez. Montaño.


Imágenes de dos de los pollos al poco de salir del nido, en dos cierres de la finca. Fotos: Charo Fdez. Montaño.

Al siguiente día se ven uno o dos con el macho, pero en los siguientes (hasta el 16) solo oímos el reclamo de éste en zonas cercanas. A partir de entonces, no vemos ni oímos a la sp en los alrededores, a pesar de que en el  Parque de Ferrera de Avilés se mantienen hasta primeros de septiembre. Esperaremos su llegada la próxima primavera.

Uno de los pollos en un prado cercano. 11-6-2020. Foto: Charo Fdez. Montaño.


Dos imágenes de uno de los pollos, atendido por el macho, al día siguiente de salir del nido. 12-6-2020. Fotos: Charo Fdez. Montaño.

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