martes, 21 de diciembre de 2021

Aves en el jardín (IV)

 

Carbonero común (Parus major) en un comedero específico para frutos secos. Miranda, Avilés.

Muchas aves, aunque no dependen del hombre, viven cerca de él, instalando sus nidos en construcciones humanas, tanto rurales como urbanas. Es el caso de muchas golondrinas y aviones, algunas aves rapaces nocturnas o muchos paseriformes para los cuales, los edificios son el equivalente a los roquedos naturales.

La golondrina común (Hirundo rustica) ocupa como nidificante casi todo el hemisferio norte; en toda su área de distribución lo hace en habitaciones humanas de diversos usos. Pollo de la ssp mandschurica en un nido dentro de una zona recreativa. Qinhuangdao, China.

Colonia de cría de avión común (Delichon urbicum), situada en el alero de una casa, algo muy habitual, a pesar de que en muchos lugares destruyen sus nidos; algunas se sitúan en roquedos naturales. Acebedín, Tapia, Asturias.

Colonia de avión común aprovechando las ondulaciones de un alero. El Burgo de Osma, Soria.

Golondrina bicolor (Tachycineta bicolor - Tree Swalow) asomando del nidal instalado para esta sp, que ocupa agujeros en árboles para nidificar. Jamaica Bay, Nueva York, U.S.A.

La lechuza común (Tyto alba) ocupa frecuentemente edificios para nidificar, pero también nidales específicos. Udrión, Oviedo. Foto: Manuel A. Fdez. Pajuelo.

Además, muchas spp aprovechan los recursos alimenticios que ofrecen los jardines, parques o tejados, en forma de insectos o frutos y bayas o semillas. En ambos casos, es posible ayudarlas, bien colocando nidales o refugios artificiales o adecuando los parques, jardines o terrazas para que encuentren en ellos alimento, por ejemplo plantando arbustos y árboles que produzcan frutos o plantas que den semillas comestibles.

En los parques urbanos crían especies domésticas, que en ocasiones atraen a otras silvestres. En la foto, pollos de pato criollo (Cairina moschata) junto a un galápago de Florida (Tachemys scripta). Jardim da Estrela, Lisboa, Portugal.

El falaropo picofino (Phalaropus lobatus) nidifica en latitudes altas junto a pequeñas lagunas, pero muchas veces busca insectos en prados, o incluso en jardines cercanos a ellas. Isla de Flatey, Islandia.

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) en una antena; esta sp ocupa igual roquedos costeros, de montaña o los artificiales formados por edificios, donde aprovecha los recursos que le ofrecen jardines o zonas agrícolas. Miranda, Avilés.

El bisbita pratense (Anthus pratensis) busca sus presas entre vegetación rala, en ocasiones en los alrededores de las habitaciones humanas; el ejemplar de la foto pasó el invierno en jardines y prados aledaños. Miranda, Avilés.

Las bayas del endrino (Prunus spinosa), son consumidas por muchas aves en otoño, igual que las de muchas otras especies que pueden crecer en nuestro jardín. La Polina, Sobrescobio, Asturias.

El caqui (Diospyros kaki) es un árbol originario del E de Asia, introducido en muchos otros lugares. En los parques donde lo hay, se llena de aves que consumen sus suculentos frutos, en este caso estorninos pintos (Sturnus vulgaris) y negros (Sturnus unicolor). Gijón, Asturias.

Cada vez está más extendida la costumbre de construir comederos, que colocados en lugares estratégicos de los jardines, ayudan a muchas aves a pasar las épocas de escasez, o simplemente las hacen más visibles; de esta forma, el disfrute de la Naturaleza contribuye a ayudar a los seres vivos que la forman.


Grupo de gorrión castaño (Passer eminibey - Chesnut Sparrow) y tejedorcito frontal (Sporopipes frontalis - Speckle-fronted Weaver) comiendo restos de la cocina de un hotel o "lodge". Parque Nacional Samburu, Kenia.

Cálao cariplateado (Bycanistes brevis - Silvery-cheeked Hornbill) en un comedero, instalado en el jardín de un hotel para que los clientes puedan ver fauna fácilmente. Ark Hotel, P. N. Aberdare, Kenia.

Gálago de Garnet (Otolemur garnettii) en un comedero con frutas, para aves y mamíferos. Ark Hotel, P. N. Aberdare, Kenia.

Comedero atechado, para aves de jardín.

Petirrojo (Erithacus rubecula) buscando en un comedero de jardín. Miranda, Avilés.

Existen muchos tipos de comederos, desde los que son una simple plataforma donde depositar frutas o semillas hasta los que venden con utilidad específica para semillas, bolas de sebo u otras variedades, que también se ofrecen en numerosas tiendas.


Carbonero común (Parus major). Miranda, Avilés.

Gorrión común (Passer domesticus). Miranda, Avilés.

Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) en un comedero para bolas de sebo. Tyndrum, Strathclyde, Escocia.

Jilguero lúgano (Spinus spinus) en un comedero para semillas. Rowardennan, Strathclyde, Escocia.

Grupo de jilguero lúgano comiendo en un comedero para semillas pequeñas. Udrión, Oviedo.

En verano, al contrario, lo más recomendable es colocar recipientes en los que las aves puedan beber y bañarse, para contrarrestar el calor y mantener el plumaje. En todos los casos, debemos tener el máximo respeto por los animales que atraemos, y mucho cuidado para no exponerlos a posibles accidentes o ataques de depredadores.

Gorrión común dándose un baño en un bebedero de jardín, en un día caluroso de julio. Miranda, Avilés.

Petirrojo bañándose en una fuente de un parque. Avilés.


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1 comentario:

  1. Muy interesante ...
    Te deseo feliz semana!
    Gracias por compartir!
    💫💚💫💚💫💚💫💚💫

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