viernes, 21 de julio de 2023

Ecuador: Mindo; junio de 2022 (IV)

 

Hembra de quetzal cabecidorado. Refugio Paz de las Aves.

En el bosque tropical, un pequeño cambio de altitud, supone una variación importante de las spp presentes, por eso en nuestra estancia en Mindo, visitamos varias Reservas a diferentes altitudes.

Interior del bosque nuboso. Reserva Paz de las Aves.

Tangara dorada (Tangara aurulenta - Golden Tanager). Refugio Paz de las Aves.

Plantas carnosas en el interior del bosque de Milpe.

Agutí centroamericano (Dasyprocta punctata), una sp de roedor frecuente en Mindo.

Mielerito verde (Chlorophanes spiza - Green Honeycreeper). Milpe.

Tangara carinegruzca (Mitrospingus cassinii - Dusky-faced Tanager). Milpe.

Dedicamos una mañana a pasear por el Santuario de Aves Milpe, un bosque lluvioso tupido lleno de aves, aunque no llevar un guía siempre reduce el número de aves que se atraen e identifican, aparte del chubasco que calló. No obstante, hicimos una buena lista de aves observadas, tales como el hormiguerito pizarroso (Myrmotherula schisticolor), numerosas tangaras, algún mielerito y varios trepatroncos, aunque como siempre en Ecuador, los colibríes fueron los animadores de la jornada, sobre todo en las zonas donde había comederos instalados.

Picolezna liso (Xenops genibarbis littoralis - Planin Xenops).

Trepatroncos manchado sureño (Xiphorhynchus aequatorialis - Southern Spotted Woodcreeper.

Rabudito verde (Discosura conversii - Green Thorntail).

Brillante coroniverde (Heliodoxa jacula - Green-crowned Brilliant) en un comedero.

Zafiro coronado (Thaluriania colombica - Crowned Woodnymph), colibrí de verdes imposibles.

La reserva privada más conocida de Mindo es quizás el Refugio Paz de las Aves, un lugar increíble, que los hermanos Paz han acondicionado para que los aficionados a la Naturaleza podamos ver algunas aves que viven en la selva, casi invisibles sin ayuda.

Recepción del Refugio.

Giovanni fotografiando a un cabezón tucán.

Cabezón tucán (Semnornis ramphastinus - Toucan Barbet). Foto: Charo Fdez. Montaño.

Piojito blanco (Mecocerculus poecilocercus - White-tailed Tyrannulet), uno de los muchos paseriformes que habitan el bosque nuboso.

Busardo azoreño (Morphnarchus princeps - Barred Hawk).

Pava cojolita (Penelope purpurascens - Crested Guan) sobrevolándonos mientras observábamos gallitos de roca.

Comenzó la visita antes del amanecer, después de que nuestro taxista, Giovanni, que en ocasiones también hacía de guía, nos acercara hasta el primer punto del recorrido. En un observatorio esperamos frente a un “lek” de gallito de las rocas peruano (Rupicola peruvianus – Andean Cock-of-the-rock), hasta que comenzó el concierto de escandalosos machos, que solo vimos cuando clareó el día.

Gallito de las rocas peruano macho, en el "lek" al amanecer.

Tororoí gigante.

Tororoí gigante, nieta de "María", el primer ejemplar al que acostumbraron a la presencia de observadores.

Tororoí gigante, sp discreta y muy difícil de observar.

A continuación, paramos en un lugar donde otro miembro del equipo Paz ya tenía localizada a la estrella de la reserva, un tororoí gigante (Grallaria gigantea – Giant Antpitta), una hembra de la tercera generación, desde que comenzaron a alimentarlas y atraerlas con lombrices, un método pionero en la selva ecuatoriana. Después veríamos otras dos spp, el tororoí pechiamarillo (Grallaria flavotinctaYellow-breasted Antpitta) y el ponchito ocráceo (Grallaricula flavirostris – Ochre-breasted Antpitta), más pequeñas e igual de tímidas, y un corcovado dorsioscuro (Odontophorus melanonotus – Dark-backed Wood-quail).

Tororoí pechiamarillo. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Tororoí pechiamarillo.

Ponchito ocráceo. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Ponchito ocráceo.

Ponchito ocráceo; madre (derecha) e hijo.

Corcovado dorsioscuro, otra discreta ave que vive en el suelo del bosque nuboso.

Tras un estupendo desayuno en sus instalaciones, continuamos viendo aves en varios lugares acondicionados para ello, y nos mostraron algunas difíciles de localizar, como un nictibio urutaú (Nyctibius griseus – Common Potoo) y un chotacabras lira (Uropsalis lyra – Lyre-tailed Nightjar),  ambas spp nocturnas que durante el día se camuflan entre la vegetación.

Nictibio urutaú perfectamente camuflado.

Chotacabras lira.

Elanio tijereta (Elanoides forficatus - Swallow-tailed Kite).

Tucanete culirrojo (Aulacorhynchus haematopygus - Crimson-rumped Toucanet).

Paloma montaraz común (Leptotila verreauxi - White-tipped Dove), sp nombrada en honor a los hermanos Verreaux.

Macho de eufonia ventrinaranja (Euphonia xanthogaster - Orange-bellied Euphonia).

Colibrí puntiblanco occidental (Urosticte benjamini - Purple-bibbed Whitetip) en su medio.

En los observatorios vimos colibríes, tangaras y otros paseriformes que pasaban por allí, y en los alrededores, algunas rapaces e incluso una hembra de quetzal cabecidorado (Pharomachrus auriceps – Golden-headed Quetzal) que se posó casi sobre nuestras cabezas. Un lugar difícil de olvidar.

Silfo celeste (Aglaiocercus coelestis - Violet-tailed Sylph) y brillante coroniverde (izquierda) en un comedero del complejo hotelero de los Paz.

Colibrí colihabano (Boissoneaua flavescens - Buff-tailed Coronet) en un comedero del jardín.

Colibrí rutilante (Colibri coruscans - Sparkling Violet-ear).

Quetzal cabecidorado hembra. Foto: Charo Fdez. Montaño.



Detalle del plumaje, que cambia de tonalidad según la incidencia de la luz.

Tangara barbinegra (Anisognatus notabilis - Black-chinned Mountain-tanager), una sp de zonas algo altas.

Tangara dorada, una de las más frecuentes.

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