Aves en el jardín (VI)

 

Grupo de tórtolas turcas (Streptopelia decaocto), sp que frecuenta jardines, parques, granjas y muchos otros ambientes humanizados. Miranda, Avilés.

Es una costumbre cada vez más común, la atracción de aves y otros animales a nuestros jardines. Esta práctica, además de ayudar a la supervivencia de muchos seres, nos permite disfrutar de su presencia cercana.

Pollos casi independizados de carbonero común (Parus major) comiendo cacahuetes en un comedero. Miranda, Avilés.

Carbonero común.

Petirrojo (Erithacus rubecula) en un comedero de jardín. Miranda, Avilés.

Carbonero común acostumbrado a comer de la mano en un parque público. Gijón.

Carbonero garrapinos (Periparus ater) en un parque público. Gijón.

Uno de los recursos más utilizados es la colocación de comederos para diferentes tipos de aves, bien simples plataformas donde colocar alimentos en general a objetos específicos para semillas, frutos secos, bolas de sebo, etc. Se debe tener en cuenta que, las aves no deberían depender únicamente de los alimentos que les proporcionamos, y que éstos son solo un complemento, a ser posible invernal.

Joven carbonero común aprovechando un comedero de jardín. Miranda, Avilés.

Herrerillo común (Cyanistes caeruleus) en un comedero de semillas, teóricamente destinado a fringílidos. Udrión, Oviedo. Foto: Manuel A. F. Pajuelo.

Petirrojo.

Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) en un comedero. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Carbonero común en un comedero para bolas de sebo, algo muy utilizado en los meses fríos. Miranda, Avilés.

Carbonero común comiendo bolas de sebo y pegatina en cristal para evitar colisiones de las aves.

Comederos en el interior de un jardín, para diferentes especies. Miranda, Avilés.

También es importante el suministro de agua limpia, principalmente en verano, para beber y bañarse, tan importante o más que la comida en algunas épocas.

Jóvenes carboneros comunes bebiendo en un capazo; es importante colocar objetos para que las aves puedan salir si caen accidentalmente al agua. Miranda, Avilés.

Gorriones comunes (Passer domesticus) bañándose en un recipiente colocado para ellos. Miranda, Avilés.

En algunos establecimientos (hoteles, restaurantes, centros de interpretación, etc.) de comarcas con turismo de naturaleza, colocan comederos para atraer animales, y que los clientes o visitantes puedan observarlos de cerca.

Cálao cariplateado (Bycanistes brevis - Sylveri-cheeked Hornbill) en un comedero con frutas y semillas. Hotel en Aberdare N.P., Kenia. Foto: Charo Fdez. Montaño.

Pájaro ratón común (Colius striatus - Speckled Mousebird) en el comedero de un hotel. Aberdare N.P., Kenia.

Serín estriado (Crithagra striolata - Streaky Seedeater). Ark Hotel, Aberdare, Kenia.

Varios colibríes insignes (Panterpe insignis - Fiery-throated Hummingbird) libando en el jardín de un hotel, donde se pueden ver a un metro de distancia. Paraíso Quetzal Lodge, Cerro de la Muerte, Costa Rica.

Otra actuación habitual es la colocación de nidales artificiales, que pueden suplir la carencia de lugares naturales donde nidificar. Estos nidales son muy variados, según para qué especie estén diseñados, pero suelen ser para aves que nidifican en cavidades.

Macho de colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) saliendo del nidal en el que alimentaba a sus crías, colgado bajo un alero. Miranda, Avilés.

Golondrina común (Hirundo rustica) en su nido, construido en el interior de un observatorio para aves. Esta sp ha sido considerada desde siempre compañera de la humanidad en las zonas rurales, pues cría casi siempre en el interior de construcciones humanas. Delta del Ebro, Tarragona.

Además de las aves, en los parques y jardines viven otros muchos animales. Un ejemplo es la lagartija roquera (Podarcis muralis), que se instala en muros, jardineras y rincones de las casas de campo. Miranda, Avilés.

Carbonero común acudiendo a una ventana en la que se ha colocado algo de comida. Miranda, Avilés.

Por último, es importante que el jardín sea atractivo para los animales por si solo, con fuentes de alimento más naturales basados en plantas, a ser posible autóctonas, y con abundantes refugios vegetales de otro tipo, donde los animales puedan sentirse seguros. Si lo hacemos bien, podemos disfrutar de su compañía cercana.

Urraca (Pica pica) tras el cierre de un jardín. Esta sp aprovecha cualquier recurso, tanto natural como artificial de nuestros parques y jardines. Miranda, Avilés.

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) macho acechando a sus presas sobre el prado seminatural de un jardín. Miranda, Avilés.

Pinzón vulgar hembra en el cierre de una finca, buscando semillas en plantas naturales.

Pareja de gorriones comunes en un jardín. Miranda, Avilés.

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